Ayer por la noche hemos salido con Sabine para dar una vueltita alrededor
de la casa y hacer el paseo con el perrito que tenemos. Si alguien no conoce,
Sabine es mi esposa y somos una cosa. Llevamos juntos nuestra vida, nuestro
trabajo, la casa, el jardín y somos felices. Puede ser que un día, voy a
escribir de Sabine, pero más adelante, no hoy.
Entonces. Estábamos andando tranquilamente con el perrito que tiraba la
cuerda como un Ferrari y como siempre, hablábamos de diferentes cositas. Entre
todo también estuvimos hablando de Mi Blog y de repente la pregunté si me
aconseja el próximo tema para escribir en el blog. Realmente hay miles de los
temas que están relacionados con el yoga y para empezar a escribir, hay que
elegir una. Ella pensó un momento y me dice: “La vida en Pareja”.
En primer momento me pareció que este tema no tiene mucho que ver con el
yoga, pero realmente, todo está relacionado. Y si a través de la práctica del
yoga, una persona se cambia, pues se cambia en todos los aspectos. Y como el
resultado - se cambian sus relaciones con la gente que le rodea. Incluido con
la pareja.
Seguía pensando si esto es el tema que me interesa y cuando fuimos a
dormir, seguía pensando sin poder a entrar en el sueño. Para mí es un criterio
que algo me interesa – por la noche desarrollo mucho el tema y es gran lástima
que por la mañana no recuerdo casi nada J
Entonces, si: La vida en Pareja.
Normalmente desde punto de vista socia la pareja, la familia es como una
sociedad pequeña dentro de una grande. Se puede decir que la pareja es como un
universo entero, es como un mundo enorme con sus leyes, sus reglas, valores,
costumbres y cualidades. En cierta forma se puede decir que este mundo, igual
como nuestro mundo humano en los tiempos antiguos se basaba sobre tres
tortugas, este mundo de la pareja también se basa sobre tres tortugas. Estas
tortugas tienen los nombres, los caracteres y formas de ser. El nombre de la
primera tortuga es la Libertad. El nombre de la segunda es el Perdón y el
nombre de tercera tortuga, como se dice en España: depende. Esta tortuga es
como mi perrito – tiene varios nombres, y dependiendo de las circunstancias
sale uno u otro. Desde luego mi perrito tiene el nombre solido que está en su
pasaporte (tiene pasaporte español e yo no – fíjate). Pero de vez en cuando le
llamamos Chiqui – Miki. A veces él se responde con el nombre: Que bonita cosa
está aquí, y a veces su nombre es, Que cabr… eres, ven aquí inmediatamente
(nunca viene con este nombre, aunque lo reconoce - raro). Pues esta tercera
tortuga también puede tener varios nombres. A veces se llama el Respeto, a
veces se responde al nombre la Paciencia, en otro momento se llama Aceptar Como
Es. Esta tortuga parece a una Dama que tiene muchas caras.
Entonces este Mundo, que es una pareja, se sostiene sobre estas tres
tortugas, pero hay otros factores que afectan al mundo. Estos factores son como
vientos que soplan e intentan mover el mundo de su sitio y volcarle al vació.
Uno de los más fuertes se llama La Lucha del Poder. Hay otros vientos también,
pero este es como general de todos.
Para que el Mundo siga firme, las tortugas tienen que ser bien gorditas y
dar un buen apoyo. Y el viento tiene que ser relativamente pequeño. El
equilibrio de este universo depende de todo. Si una de las tortugas es
pequeñita, incluso un soplo ligero puede volcar el mundo. Y si las tortugas dan
buen apoyo, un viento tipo huracán hace volar el mundo de la pareja. Conscientemente
y constantemente hay que cuidar el estado, la forma y la fuerza de las tortugas
y del viento. No existe un Mundo que por sí mismo, desde su nacimiento está
firmemente colocado sobre tres tortugas grandes y nunca viene un viento. Las
tortugas pueden cambiarse, los vientos pueden venir y desaparecer, es lo
natural de la vida de cada mundo. Entonces, para que nuestro Mundo siga vivo,
sano y feliz, tenemos que aprender cuidar a las tortugas y controlar los
vientos. Como los dioses forman y mantiene diferentes Universos, nosotros
tenemos que formar y mantener nuestro Mundo. Somos dioses de este Mundo en
concreto y todo depende de nosotros.
Ahora vamos a ver estas tortugas y los vientos y analizar un poco como
influyen en la vida de nuestro Mundo y por donde están las trampas.
Empezamos con La Libertad. Sueña muy bien y creo que todos estamos
convencidos que damos bien la libertad a nuestra pareja y también creo que
nadie piensa de si mismo que es un déspota. Pero a veces, lo que ocurre, es que
nuestra autoridad o, pequeño (a veces grande) despotismo tiene un disfraz muy bonito.
Puede ser que nuestra autoridad poco excesiva, puede poner el traje de Preocupación, por ejemplo. Simplemente por preocupación llamamos 10 veces por
la mañana a la pareja para ver si está bien y a gusto, si todo su plan de este
día se ha cumplido. Llamamos para estar seguro que la pareja no tenía ningunos
rollos en la calle, que al llegar bien al sitio, su coche se comportaba bien. Y
desde luego llamamos poco antes del tiempo cuando tiene que salir del trabajo o
de la casa de los amigos o de cualquier otro lugar. Y decimos que se manejaría
con cuidado, que le esperamos en la casa y que preparamos la cena. Y luego
llamamos para ver que quiere comer, que tipo de vinito compramos y en el otro
momento llamamos para ver, quizá quiere la cerveza para la cena. Finalmente no
está nada mal de cuidar tu pareja, prepara la cena, estar pendiente si ha
llegado bien y etc., pero si sobrepasamos los limites, nuestra pareja que es
una personalidad, puede ser que empieza sentirse demasiado agobiado, empieza
sentir que invadimos en su espacio privado y esta nuestra actitud puede verse
como preocupación y cuidado. Así siempre se ve por la persona de quién viene
esta actitud. Esta actitud empieza limitar la sensación de libertad interior de
nuestra pareja y la tortuga de libertad se pone más chiquita y al final, el
equilibrio del mundo de la pareja sufre.
Otro disfraz, que a veces pone nuestra autoridad y el deseo interior de
control (casi siempre este deseo es inconsciente y no se entiende por la gente)
sobre nuestra pareja es el amor que tenemos hacia ella o hacia él y, como
consecuencia de este amor, es el deseo de siempre estar a su lado, estar cerca.
Cuando tu pareja va al trabajo, ofrecemos a acompañarla. Es que la amamos y
queremos estar a su lado. Cuando sale del trabajo, esperamos a la puerta,
cuando quiere ir para ver a sus amigos que no conocemos, pues no importa. Vamos
con ella y simplemente estaremos sentados a su lado sin invadir a la charla. Es
que estamos tan enamorados que vemos a la pareja como un sol en el cielo y
queremos estar con este sol. Y al final la pareja se siente como en cárcel que
siempre va a dónde va él o ella. Es una cárcel móvil y privada. Desde luego
estos ejemplos son excesivos, pero a nivel más suave, estas actitudes pueden
ser parte de nuestro carácter y afectar a nuestra relación.
La base de este control es el miedo de perder la pareja. Es el miedo que
quizá encuentra a alguien mejor que tú. Y también muchos otros miedos que
finalmente, en primer lugar, limitan a
nosotros mismos, nos hacen infelices y esta infelicidad propia, con el tiempo,
se manifiesta en la relación.
Si alguien quiere estar contigo, pues la mejor forma que esté por propia
voluntad. Si quiere salir algún día sin ti, es lo normal y natural. Todos
necesitamos un momento de estar solos y reflexionar sobre muchas cosas, por
ejemplo sobre la relación misma. La ley es simple: cuanta más libertad das a tu
pareja, más fuerte es la relación.
Veremos otra tortuga que es El Perdón.
Creo que la mejor forma de entender y aplicar en la propia vida el Perdón -
es No Culpar. ¿Por qué culpamos a otro? Realmente por que ha hecho algo mal, o
porque lo que ha hecho, solo me parece mal o, este hecho no coincide con la
idea de cómo tenía que estar hecho o está hecho totalmente diferente de cómo lo
haría yo (me he liado un poco con palabras, pero espero que es entendible). Hay
que aceptar la idea que somos diferentes y tenemos diferentes puntos de vista
sobre cualquier cosa de este mundo y aunque es así, tenemos que vivir en
harmonía y la paz consigo mismo y con los demás.
Tu pareja nunca puede ser tu segundo “yo” y hacer, actuar, pensar, hablar y
etc., como tú. Este entendimiento ayuda de no culpar a otro cuando algo nos
parece no adecuado, pero aunque lo podemos entender e incluso aplicar en la
vida cotidiana, de vez en cuando nos enfadamos y tenemos el deseo de culpar a
otro.
Tengo un pequeño “truco” que quiero ofrecer justamente para este caso.
Entonces, cuando de repente sientes que tu pareja hizo mal, o algo no correcto,
o te presiona demasiado, o lo que dice es una tontería (perdona por palabra –
es fea, pero explica bien algunos sentimientos), o cualquier otra cosa que te saca
de equilibrio y te pone un poco enfadado, nervios, rabioso y etc., pues –
espera y no le dices tus pensamientos, sensaciones, deseos, etc. en este
momento concreto. Recuerde que es tu pareja, no es cualquier otra persona. Es
la persona a quien amas, este momento es un buen momento para recordarlo en la práctica.
Con esta persona compartes la vida y estaría bien cuidarla en todas las formas
posibles, incluso no echar la culpa y todo lo que está en este momento en tu
cabeza sobre tu pareja. Puede ser que ha hecho realmente algo mal y tienes que
hablar para “arreglar las cosas”, pero, para repetir un poco – espera y no la
digas nada ahora mismo. Espera hasta mañana. Y mañana por la mañana reflexiona,
si el deseo de hablar y aclarar sigue en ti. Puede ser que si, entonces, habla.
Pero al hacerlo en el día siguiente, vas a tener la forma totalmente diferente
de la “forma del momento”. Y sabemos cuál forma es esta. Lo que es típico de
este mundo: pareja hace mal (según nuestra idea), reflexionamos inmediatamente,
lo que provoca calentamiento de la situación y terminamos gritando, marchando
de la casa y cerrando la puerta para la relación. Gracias a dios, no siempre es
así, pero la tendencia de solucionar todo ahora mismo, porque en el pecho tengo
un vulcano y no puedo aguantar, es típica.
En el siguiente día, en mayoría de los casos vas a ver la situación con
ojos fríos y entender que todo son puntos de vista. Vas a ver que tu amor es
más fuerte que el “deseo de arreglar las cosas”. Y realmente vas a sentir la
felicidad y la paz en ti mismo, porque ganaste a un demonio interior. Y este
estado interior es la base de estado exterior de Tu Mundo, que es tu Unión con
otra persona que es Tu Pareja. Realmente entender lo que es el Perdón, es
entender lo que es Dios.
Veremos a otra tortuga que es una dama caprichosa y tiene diferentes
nombres. En realidad esta tortuga es la amiga de la tortuga anterior y siempre
están con los brazos cruzados. Sus casitas están tan cerca una a otra que
cuando tu Mundo se apoya sobre una
tortuga, es casi el mismo apoyo sobre la otra.
A veces esta tortuga tiene el nombre: el Respeto. Pues nuestra inigualdad
(no sé si existe esta palabra, si no – significa que somos diferentes) provoca
que a lo diario haya miles cositas pequeñitas que hace nuestra pareja y estas
cositas nos chocan. Mientras nuestra relación es fresca y llevamos las gafas
rosas (un periodo tan rico), prácticamente no notamos todas estas cositas, pero
con el tiempo, cuando las gafas se quedan en un armario y empieza la rutina de
la vida, empieza lo diario, empezamos notar estas cositas, empezamos
calcularles y vemos que son miles y con el tiempo, todo eso empieza chocar con
nosotros. Quiero contar una pequeña historia real que me contó un amigo. Espero
que cuando él lo lee, no se enfade o si se enfada, primero me manda su perdón.
Además, como se dice - es la historia sin nombres. Entonces, el protagonista de
esta historia es un hombre que tiene una pareja y viven juntos. Un dio el chico
empieza estar molesto, porque cuando se ducha, nota que su pareja, al ducharse
anteriormente no cierre la botellita de champú con su tapa. Deja la tapa al
lado y la tapa se moja. Y así de un día a otro y con el tiempo el chico está
molesto. Empieza hablar de lo que piensa, como hay que hacer. La chica le hace el
caso y dos días recuerda de cerrar la botella, pero luego la naturaleza gana y
deja otra vez la botella de champú abierta. Entonces otra conversación del
tema, luego en algún tiempo otra vez, lo que no atrae la paz en la relación.
Pero con el tiempo el chico empezó pensar del tema. Sus pensamientos se giraban
alrededor - ¿si en realidad es tan importante que siempre sierre la botella, o
no es el problema más grande del mundo? Además, empezó recordar que él nunca
usa este champú, que es de su pareja. Finalmente entendía que es una situación
pasajera de la vida, que la origen está en las costumbres de otra persona y
para que nosotros estamos felices, no vamos a cambiar otra gente, tenemos que
cambiar a nosotros. Finalmente se calmó y dejó de ser molesto.
Hay un dicho de Confucio: “si el
camino tiene muchas piedras y te molesta las plantas de pie, pon los zapatos.”
Puede ser que no fue Confucio, fue otro y puede ser que el dicho fue diferente,
pero más o menos es claro de que se trata. Si algo nos molesta en la vida,
puede ser que para que deje de molestarnos, solo cambiamos algo en nosotros mismos
y a menudo este cambio se relaciona con entender a otro. Y si todavía se trata
de tu pareja, de vuestra relación, de Tu Mundo, respeta la naturaleza de tu
pareja, Acéptala Como Es. Es otro nombre de esta tortuga que siempre va al lado
con el Respeto. Y si te cuesta… Y SÍ, cuesta normalmente, pues recuerda que no
es cualquiera persona, es tu pareja que amas, vivisteis juntos, puede ser que
tenéis niños, la casa, la hipoteca. Tu Mundo es Grande. Pues haz un,
relativamente pequeño, esfuerzo, pon las zapatas y sigue con la paz en Tu
Mundo.
El otro nombre de esta tortuga es Paciencia. Se puede presentar a todas
estas cualidades que son el perdona, nuestra capacidad de dar la libertad, el
respeto, nuestro nivel de aceptación de otra persona como es, pues, se puede
presentar todo eso como una ensalada rica de nuestra relación. Pues la
paciencia es el plato donde se pone la ensalada. Si no hay este plato, se puede
decir que no hay nada. No hay Ensalada. La paciencia es la base. Como puedes
trabajar con la capacidad de dar libertad, si no tienes paciencia. Este trabajo
interior se supone que de vez en cuando al ves de llamar a tu pareja 10 veces
al día, te reflexiones sobre necesidad de estas llamadas, sobre la libertad que
puede dar y sin paciencia no puedes ni quedarte quieto para las reflexiones - actúas
inmediatamente. Y como se puede respetar la naturaleza de otra persona y aceptarla
como es sin tener cierto nivel de paciencia. Sin paciencia cualquier cosa que
no coincide con tu verdad interior te hace explotar e ya tenemos una discusión e
ya hemos olvidado todo. Hemos olvidado necesidad de no invadir en el espacio
interior de tu pareja. Hemos olvidado el perdón, la aceptación, incluso se
olvidó el amor que tenemos hacia esta persona. La paciencia es el cemento que
une estos ladrillos: la libertad, perdón, respeto, aceptación y muchos otros.
La paciencia es el plato sobre cual se presenta tu Mundo. Si no hay paciencia,
es difícil mantener la relación sana. Como podemos desarrollarla, pues,
poniendo los objetivos reales de cada día. Por ejemplo, hoy, hasta las tres de la
tarde (recordamos de objetivos reales J ), no me enfado o, no me pongo
nervioso o, no acelero demasiado – cada uno se conoce a si mismo mejor y sabe
por cual camino puede trabajar. Y cumplir con este objetivo. Y si un día no has
cumplido, no pasa nada. Al dar la cuenta regresamos con el trabajo de propia evolución.
Y desde luego, para el equilibrio y bienestar de nuestro Mundo no solo las
bases son importantes sobre cuales se apoya nuestro mundo, también tenemos que
entender y controlar diferentes factores que nos sacan de equilibrio y intentan
volcar nuestro Mundo de la Pareja. Uno de estos factores es la lucha del poder.
Esta lucha del poder está en cada de nosotros, aunque normalmente, no la
conocemos. Puede manifestarse como en las cosas grandes y en las pequeñas.
Veremos un ejemplo. Imagínate una familia normal y corriente que se dedica algo
de deportes, salen para comer o al cine, trabajan juntos. El tiempo va, la
mujer cumple por encima de 45 y empieza poco a poco engordar. A veces lo ocurre
en estas edades. El cambio hormonal y otros factores pueden hacer que aunque
llevas la vida como antes, comes como antes, pero empiezas aumentar el peso. La
mujer hace investigación por su propia cuenta, mira información en internet y
saca la conclusión que tiene que dejar de comer el pan. Lo deja y los resultados
le gustan. Come como siempre, pero sin pan. Saca la conclusión que es buena
estrategia, que es bueno para la salud y en poco tiempo, todos sus miembros de
la familia, quieren o no, no comen pan. Porque simplemente nunca se compra y si
el marido lo trae en la casa, pues tiene una charla de una hora sobre la salud
y que comer el pan en estas edades es malo. En dos meses todos los vecinos de
la familia saben que cuando el hombre viene a visitarles, le preparan los bocadillos
con algún relleno y pobre marido, casi a diario va a visitar a los vecinos y come
allí lo que no puede comer en casa. Este ejemplo es un poco excesivo, pero más
o menos claro para explicarme. Esta lucha de poder igual puede manifestarse en
muchas partes de la vida. En cuantas familias haya su pequeña pelea de dejar la
tapa de váter cerrada o abierta, de dejar el cubo de basura cerrado o abierto,
y muchas otras.
Otra situación relativamente ridícula que se base en la lucha de poder es cuando
nos metemos en las cosas que no son de nuestra responsabilidad. Creo que es
sano distinguir las responsabilidades y no meterse en lo que no te corresponde.
Me gustaría hablar de esto en un ejemplo. Como siempre - imaginamos. Una familia. El hombre es
economista y trabaje en un banco. La mujer es ama de casa y tienen dos niñas.
La familia tiene buena economía y pueden tener una ayuda de una limpiadora que
viene dos veces a la semana para ayudar con limpiezas. Un día, cuando el hombre
regresa del trabajo, juntos con la mujer preparan la cena y se sienten a comer,
la mujer empieza contar una situación que ocurrió este día.
-
Cariño mío – dice la mujer. Sabes, cuando Sara (así se
llama la mujer que ayuda con la limpieza) limpia la cocina, siempre deja la
basura en una bolsa de plástico y lo deja en la entrada cerca de la puerta. Y
luego, cuando ella se va, yo tengo que sacar la basura, pero justamente en este
tiempo tengo que acostar a las niñas. Y si no saco rápido, por la tarde ya
aparecen las hormigas. Creo que tengo que hablar con Sara para que saca la
bolsa ella.
-
Oye, amor mío – dice el hombre. Sara hace un montón de
trabajo (siempre cuando está Sara en la casa, el hombre está en el trabajo),
trabaja bien y no pasa nada si tu bajas con la bolsa. Es una cosa pequeñita.
-
Pero Paco (así se llama el marido), porque yo tengo que
hacerlo. Es el trabajo de ella, que tiene que llevar a cabo y no dejar a
medias.
-
Oye Silvia (el nombre de la esposa), si te portas así con
nuestra limpiadora, es que nos quedamos sin ella.
-
¡Como me porto con ella! ¡Que dices …………..!
Y así empieza la pelea de la casa que se base en
nada. Todos nosotros tenemos el propio punto de vista sobre cualquier cosa,
aunque no reflexionamos mucho de eso. Por ejemplo: el universo es infinito o
no, la astrología funciona o es un engaño, hay que cerrar el tapón de champú o
no pasa nada si dejamos abierto. Cruzamos el semáforo rojo si no hay coches y
es medio de la noche o esperamos el verde. Comemos la carne o no, alcohol es
bueno para la salud o no. Sara tiene que sacar la basura o no. Si pensamos bien,
tenemos el punto de vista propio sobre cualquier concepto de nuestro mundo, incluso
sobre aquellos que hemos escuchado por primera vez ahora mismo. Y la actitud habitual
es expresar este punto de vista y convencer a otro que el mío es lo correcto,
es la Verdad Absoluta en su Último Instante.
Cualquiera sociedad tiene varios miembros, incluso
la sociedad tan pequeña como a familia. Es normal que en una sociedad hay
diferentes trabajos y según estos trabajos se distingan las zonas de responsabilidad.
Normalmente la policía no cocina en un restaurante chino, el bombero no canta
en la opera y un masajista no hace la cirugía. Es tan normal para nosotros. Y
porque ¿cuando llegamos a la casa, lo olvidamos?
Regresamos con nuestro ejemplo de la familia de
Paco y Silvia. Cuando Paco regresó a la casa, su mujer estaba un poco desanimada
con el trabajo de limpiadora y lo que hablaba con su marido no fue la búsqueda de
su opinión. Fue la búsqueda de su apoyo. Y si miramos con los ojos fríos – no hay
verdad en sacar o dejar la basura. Son simplemente dos opciones. Una - se puede dejar la basura y otra opción –
hay que sacarla. Pero tiene que decidir, cómo debe de ser el trabajo, la
persona que se dedica a esto campo del trabajo. Creo que para Paco sería ridículo
si su esposa viene a su oficina y empieza explicarle como él debe de
comportarse con los empleados, con el jefe, como debe de ordenar los papeles en
la mesa y etc. Pero él (y a veces nosotros también) hace lo mismo cuando llega
a la casa y a la vez de apoyar a su esposa que forma parte de su Mundo, empieza
apoyar y defender una persona se sitúe fuera de este mundo.
Creo que lo mejor que podría hacer el marido es
decir: claro mi amor (aunque puede ser que no está totalmente de acuerdo),
habla con Sara, busca una forma amable para decirle sobre la basura, pero es tu
empleada y tú decides como debe de ser el trabajo.
En realidad, si, Paco tendría la razón en defender
la limpiadora solo en un caso - si él mismo, totalmente se dedicaría de la casa
y de la limpieza. No puede él dedicarse a este tema, solo cuando tiene el tiempo
y está a gustito de meterse en el tema. Y cuando no está a gustito – que no le
tocan. Es un comportamiento de un niño que tiene la talla XXL de la ropa.
Si apoyaría a su esposa, tendría la paz en la
familia, la relación se ponía más fuerte, pero para eso hay que controlar su
propio ego y saber distinguir las zonas de responsabilidad.
Como puede ayudar la práctica de yoga en nuestra relación
de pareja. Pues, el yoga provoca el cambio interior en cada practicante (si se
practica con continuidad y aplicación). Es inevitable. Este cambio se relaciona
con el cambio de los propios valores. Por ejemplo, si antes valorábamos mucho
que todo el mundo que nos rodea acepta nuestra verdad, ahora valoramos la
calma. Si antes estábamos “preocupados mucho” por la pareja y llamábamos diez veces
al día, ahora entendemos que no va a pasar nada y si pasa algo, nosotros primeros
vamos a saberlo, entonces la histeria, el nerviosismo es para nada y solo provocan
las mismas sensaciones en nuestra pareja, porque en cierta forma, es nuestro
espejo.
Los cambios que provoca el yoga, es un proceso de
largo tiempo. Si no se deja la práctica, en 10 años la persona es totalmente diferente.
Se cambia su cuerpo, se cambian sus valores, la mente funciona diferente. Por
cierto eso es el motivo que a menudo se cambia mucho la vida misma, se cambia
la gente que te rodea. Las personas que te rodeaban antes empiezan desentenderte
y el contacto se disminuye o desaparece, pero aparecen nuevas personas que
compartan tus intereses. Es lo natural de la vida. A alguien puede parecer
negativo, otros lo aceptan como un cambio. Cada uno tiene su vida y su verdad.
No sé si me explicado bien en este escrito. Quiero
pensar que encuentro a la gente que coparte mi punto de vista y seguro habrá otra
gente que piensa diferente.
Deseo a todos encontrar el propio camino que va a llevar
hacia la paz en el corazón y como consecuencia, la armonía en toda la vida.
Deseo a todos conocer los propios demonios y
reflexionar, trabajar del tema.
Deseo a todos ser felices y compartir la felicidad
con Todo El Mundo.
MI querido Gleb, con el Yoga voy aprendiendo muchas cosas, pero en particular, durante los casi 30 días que participé en el curso de Profesor de Hatha Yoga en tu casa, que ademas tuve la dicha de hacerlo en compania de mi compañera de Camino y de Vida, Cris, aprendí lo importante que es esperar, callarse una opinion, unas horas, una noche o un día y así evitar entrar en conflicto. Recuerdo un problemilla de convivencia en el que Sabine me enseño a esperar.... y fue mágico, desde ese momento, cada vez que alguna de las Tortugas se pone loca cierro los ojos unos segundos y me repito a mi mismo "Anitxa"... (tú sabes a lo que me refiero por que me lo enseñaste tú) y cuando me quiero acordar todo ha pasado, otro dia ha amanecido y mi relación de pareja se fortalece y se llena aun mas de amor, si eso es posible. El Yoga y la Meditación me enseñan a esperar, ser paciente y por ende mas compasivo y menos explosivo. Gracias amigo. Me gusta tu artículo, tus "Tortugas" se parecen mucho a las mías!
ResponderEliminarEstarás sorprendido, pero ahora es un buen ejemplo de un momento cuando no te quiero "criticar" por tu opinión! :D Me ha gustado el articulo! Mas de todo me gusto la analogia de las tortugas y las historia sobre el tapón de la botella de shampoo :)
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias Yaros
EliminarMuchas veces queremos cambiar al otro . Pensando que nuestra verdad es la única verdad.
ResponderEliminarPero tenemos que cambiar nosotros y aceptar la verdad de los demás.
Para mi el yoga es la filosofía que me hace tomar conciencia de la aceptación de los demás.
Me ha encantado el blog.
Namaste .
Gracias, Carmiina.
EliminarHa sido divertido leer este tema, me he reído con los ejemplos, y voy a transmitir a mis chicas de clase de yoga estos principios tan importantes de convivencia en la pareja.Gracias Gleb.
ResponderEliminarGracias, Yolanda. Este blog, también para que nos divertimos. Saludos
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