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domingo, 23 de abril de 2017

El Destino - ¿todo está predestinado o tenemos la influencia sobre nuestra vida?

Hay una pregunta de cuál, creo que toda la gente, empieza reflexionar de vez en cuando. ¿Si nuestra vida, nuestro camino está totalmente predestinado y no tenemos ninguna influencia o, todo depende solo de nosotros mismos y tenemos todo el control de nuestra vida? Es una pregunta de autoconocimiento y puede ser que a lo largo de tiempo la respuesta que tiene la gente puede cambiarse de un lado a otro.

Me gustaría compartir mi idea de este tema y lo hago por dos motivos. Primero, me ayuda a encontrar otra vez para mí mismo la respuesta para esta pregunta, que creo es importante. Y segundo, quiero motivar a la gente buscar la propia respuesta. Es una búsqueda que ayuda a conocer a si mismo mejor, y al final encontrar el propio destino.

Entonces. Como un ejemplo, se puede presentar nuestra vida como un edificio de muchas plantas. Como cualquier edificio, este también tiene el sótano, donde se aparcan los coches, donde hay un montón de almacenes para guardar las cosas. Y normalmente la gente guarda allí algo, lo que ya no necesita, pero todavía es temprano de tirar. Este sótano es oscuro, no tiene ventanas o tiene pequeñitas que están pegados al techo. Se limpia de vez de cuanto y en diferentes rincones se acumula la suciedad, polvo, humedad. Cuando estás en este sótano, intuitivamente tienes sensación del peso de todo este edificio que está por encima y a veces, hay sensación que te aplasta. 

Y como cualquier edificio, este también tiene la última planta que está al lado del cielo. Hay vistas preciosas a un Universo que está en alrededor. Hay aire fresco. Todos materiales que se usaban para esta planta son ligeros. Todo lo vello de este edificio se está concentrado en esta planta. Quien sabe, quizá en la terraza de esta planta está una piscina donde puedes nadar entre cielo y tierra. Es tu edificio, es tu vida – puedes construirlo como lo quieres.

Pues, por un lado nuestra vida está totalmente predestinado. Cada uno tiene su plan general de la vida o, hablando de otra forma, el destino que no conoce desde principio. Puede ser que a lo largo de la vida, al estar más conectado contigo mismo, empiezas conocer este plan general a nivel consiente, pero normalmente todos seguimos, cada uno por su plan, sin conocerlo. Al regresar con nuestro ejemplo, este plan general de la vida es como un camino que está abierto desde el sótano hacia última planta. Se puede decir que hay un ascensor que siempre está abierto para ti. Hay muchas señales en cada planta, como flechas, que te dirigen hacia este ascensor. Y la subida de una planta a otra es nuestro camino de desarrollo personal que está predestinado. Es imposible que no ocurre. Directamente está relacionado con nivel de consciencia y espiritualidad de la persona. Al final el destino – es el movimiento vertical hacia arriba. 

Pero ¿cuánto tiempo tardamos para subir? ¿Cuánto tiempo vamos a pasar de planta a planta? Todo esto depende también de nosotros mismos. Y aquí es donde tenemos mucha voluntad a donde movemos, casi todo el control de nuestra vida.

Para subir arriba son necesarios ciertos cualidades. Una de ellas es la tranquilidad. Cuando estas tranquilo, simplemente eres capaz de notar las señales que te dirigen hacia ascensor. Al ver la puerta abierta de este ascensor, tienes tiempo para acercarte, ver lo que es, entender que te sube a la planta siguiente, tener curiosidad de que se puede encontrar allí. Y al final subes. 

Y si estas corriendo, de una habitación a otra de la misma planta. Porque tu jefe te ha dado el trabajo de llevar algo importante de esta habitación a otra y diez veces repetía que tienes que hacerlo rápido. Y si no, pues no tienes el premio de este mes. Pues, corres como loco, sin mirar ni derecha ni izquierda. No notas las señales, porque delante tienes GRAN TRABAJO DE LLEVAR ESTA COSA POR ALLI. Y si una chica te ofrece a subir para la cafetería que está en la planta más arriba para tomar un cafecito, pues no tienes tiempo ni para la chica ni para el café. Estas muy ocupado. 

Otra cualidad es conocimiento de existencia de este edificio y deseo de subir. Otra cualidad es la mente flexible y abierta que acepta la existencia de distintas normas en cada planta y está de acuerdo de cumplir con ellas.

Vamos a desconectar de este ejemplo de edificio y acercamos más a la vida. A lo largo de la vida siempre ocurren los momentos que te dirigen hacia la verticalidad de tu vida. Normalmente son momentos claves. Encontrarse con una persona que luego será alguien importante, quien influye mucho en tu vida. Puede ser una pareja, puede ser un profesor, etc. Encontrar algo, lo que te puede interesar mucho, y con el tiempo empiezas el estudio relacionado con tu interés, más y más te enfoques en este “algo” y con el tiempo ya es tu vida. Puede ser yoga, deporte, baile, el arte, un trabajo. Al final, puede ser casi cualquier cosa que empieza moverte adelante. Y como el resultado subes de una planta a otra.

Estos momentos son predestinados. Si cada uno recordamos algunos de estos momentos, nos damos cuenta que no podía ocurrir otra cosa. Algo típico – recuerda cómo te encontraste con tu pareja. En muchos casos la situación fue así que todas las condiciones te obligaban, por ejemplo, de no ir a un sitio. Pero alguna fuerza mayor te llevaba allí y al final había un encuentro que cambiaba tu vida. Y si todavía recuerdes alguna ruptura con tu ex – pareja, hoy mismo puedes entender que fue lo mejor que podía ocurrir contigo y, fue un gran paso adelante. En nuestro ejemplo – arriba por el edificio. Cada uno podemos recordar muchos ejemplos de este tipo en nuestra vida. Todos estos ejemplos fueron ciertas flechas y señales que te empujaban a subir a otra planta. Y tú, en este momento, tenías la cualidad de notar estas señales y subir. 

Y a veces nuestra vida se estanca. Inconscientemente caemos debajo de influencia de preocupación, miedo, estrés. Podemos hacer muchas cosas, que totalmente dependen de nosotros. Vamos de vacaciones en un sitio o en otro. Con amigos salimos por la noche el viernes en un restaurante u otro. Empezamos estar estresados, empiezan molestias. Elegimos un seguro médico u otro. Vamos con un médico u con otro que me recomendó un amigo. Es como moverte por la misma planta de este edificio. De una habitación a otra. Siempre hay sensación que hacemos cosas importantes, que cumplimos con nuestro destino, pero no es así. Solo movemos por allí, por allá y sí, todos estos movimientos dependen de nosotros.

Creo que todos tenemos estos momentos en la vida. Estamos como perdidos, desanimados. Desconectados de nosotros mismos. Algunas personas pueden entender conscientemente estos momentos y empezar buscar la salida. Y normalmente esta búsqueda les lleva hacia la puerta de ascensor. Y otras personas no entienden. Simplemente se quejan de todo, pero no cambian la vida. Creo que todos podemos encontrar en nuestro alrededor alguna persona que, por ejemplo, tiene el trabajo fijo, pero no le gusta. Se queja todo el tiempo. De horario, de jefe, de su labor que debe hacer. Habla que quiere otra cosa, pero no hace nada. Solo habla, habla, y habla. La seguridad que le da este trabajo, el sueldo al final del mes, vacaciones pagadas, etc. le apega a esta planta del edificio de su vida. Hace muchas cosas y todo lo que hace, es totalmente por su voluntad, no está dirigido por ningún “plan general”. Pero todos estos movimientos son movimientos horizontales que no desarrollan la persona en ningún sentido.

Lo bueno de este edificio de nuestra vida, es que hay un LEY DE ASCENSOR. Y la ley es así: quieres o no quieres, un día encuentras la puerta de ascensor y subes. Una persona que busca las puertas nuevas, sube por el edificio más rápido. Otra persona que tiene miedo e inseguridad de perder lo que tiene, un día encuentra ascensor “casualmente”. Y también sube. Y puede ser que al subir, y conectar con otra cualidad de la vida en otra planta, los miedos se van y empieza la búsqueda consciente de la puerta que le lleva a otra planta más arriba. Así empieza su movimiento vertical. 

4 comentarios:

  1. Muy acertado el artículo con el momento actual de mi vida, relacionado con el miedo a soltar un trabajo de muchos años, donde ya no me veo, se , (mi intuición me lo dice ) que tengo que dejarlo, pero mi mente me frena por el miedo a lo desconocido. En este caso tengo miedo a coger ese ascensor.... me mantengo alerta a las señales que la vida me envía...Un beso Gleb y Sabine.

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  2. Gracias por tu comentario. Y no te preocupes. Todo lo que debe de ocurrir, va a ocurrir. Saludos

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  3. Gleb totalmente de acuerdo. Y en este sentido, vosotros, la escuela habeis sido una pieza fundamental. Me ayudasteis a entender la necesidad de limpiar el sótano, tirar lo innecesario, y a trabajar de forma consciente y tranquila en mi crecimiento personal y la importancia de la gratitud, el desapego y la ecuanimidad. Gracias Gleb, gracias Sabine y fundamentales también mis compañeros de los que también aprendí mucho. Lo repetiría mil veces...

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